Hace más de 30 años que apareció la  primera referencia al concepto de desarrollo sostenible como “aquel desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades” (“Nuestro Futuro Comín” Comisión de Brundtland. 1987).

En el año 2000 la Organización de las Naciones Unidas creó los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), 8 propósitos que se establecieron con el fin de mejorar las condiciones de vida de la población, en especial las que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.

Quizás fue el foco predominante social y la escasa participación del sector empresarial en estos objetivos lo que propició que no se alcanzaran todas estas metas durante sus 15 años de validez. Los ODM tenían como destinatarios fundamentales a los Estados y a los organismos multilaterales; pero es un mundo en dónde, de las 100 economías más grandes, más de la mitad son empresa, no se puede pensar en desarrollo sostenible sin vincularlo directamente a la actividad empresarial.

Por fin, ahora parece que esta estrecha relación entre actividad empresarial y desarrollo sostenible comienza a entenderse y cobrar fuerza. Prueba de ello es la creación, por parte de Naciones Unidas, de los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que buscan completar lo que no se lograron los ODM.

Los ODS llaman la atención a un actor que, anteriormente, era un mero secundario: la empresa. El papel de estos agentes en la consecución de los ODS es, precisamente, de lo que trata el informe  “Mejores Negocios, Un Mundo Mejor” (Informe de la Comisión de Comercio y Desarrollo Sostenible). Una llamada a la acción para líderes empresariales actuales y futuros.

Esta investigación identifica oportunidades y riesgos para las empresas y, lo que quizá sea la característica más interesante, cuantifica los beneficios de alinear las estrategias empresariales con estos objetivos.

Según el estudio, alcanzar los ODS puedes generar 12 billones de dólares a través de 60 oportunidades de mercado en los siguientes 4 sistemas económicos:

  • Alimentos y agricultura
  • Ciudades
  • Energía y Materiales
  • Salud y bienestar

La investigación señala que alcanzar los ODS permitirá generar también 380 millones de nuevos empleos, muchos de ellos en PYMEs.

En este contexto, las empresas pueden y deben tener un papel activo en la consecución de los ODS, y crear y comercializar soluciones sostenibles y escalables. Ya no es solo cuestión de minimizar los riesgos sociales y medioambientales, sino de crear un modelo económico que transforme el actual en uno más comprometido con el desarrollo.

Ahora que parece que se han unificado criterios y fuerzas y que el Estado, empresa y sociedad civil hablamos el mismo lenguaje ¿conseguiremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible?

Alicia Simón Gómez
Consultora de RSC y Fundaciones corporativas en LLORENTE&CUENCA
Graduada en Administración y Dirección de empresas por la Universidad Rey Juan Carlos, consultora SAP en procesos SCM ventas y distribución y curso de experto en RSC por el Observatorio de RSC. Se incorporó a LLORENTE&CUENCA en 2015 donde ha trabajado como consultora de RSC y Fundaciones Corporativas para distintos clientes. Actualmente, es gestora de los proyectos Educativos y Culturales de la Fundación Coca-Cola. Anteriormente, ha desempeñado funciones ejecutivas en el Departamento de Relaciones Institucionales y Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola España.